Continúan los vaivenes de las olas de infección provocadas por el virus del COVID-19

¿Qué va a pasar en esta Navidad? ¿Regresarán las restricciones? La ansiedad por los posibles efectos de la variante Ómicron es la noticia de estos días

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

El vaivén de la pandemia producida por el virus del COVID-19 continúa, los esfuerzos de inmunización están brindando sus efectos positivos en todo el país, en unos lugares más y en otros menos, pero aun así no los suficientes como para regresar “a la normalidad” del país.

En una tendencia muy preocupante, esta semana se conoció que sólo en un evento en un restaurante en Toronto se infectaron 42 personas, y que aun si no tuviera mucho impacto la nueva variante Ómicron, el sistema de salud de la provincia igual verá un aumento significativo de pacientes en sus unidades de cuidados intensivos.

Las preguntas obligadas son ¿qué pasará en esta época navideña? ¿se podrá viajar? ¿se podrán reunir las familias? ¿regresarán las restricciones?

La oficina de la Organización Mundial de la Salud para Europa dijo el martes que los niños en el grupo de edad de cinco a 14 años ahora representan las tasas más altas de infección por COVID-19 reportada en la región, lo que se espera suceda también en Canadá más temprano que tarde. Así como también se espera que la variante Ómicron, de mayor transmisibilidad aunque aparentemente menos letal, tome el liderazgo en las infecciones.

Un panorama si bien no aterrador, preocupante, tanto así que al gobierno de Ontario ha apretado el botón de pausa en la reapertura económica de la provincia y continúa manteniendo los límites de capacidad en clubes nocturnos, lugares para bodas con bailes y clubes de striptease a medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando.

Es decir que dichos límites de capacidad se mantendrán en los entornos de “mayor riesgo” durante un tiempo más hasta que baje la curva de esta tercera ola. O por lo menos eso es lo que la ciudadanía espera.

Lo que si aparentemente no tiene límite es la cantidad de personas que se reúnen en los hogares de cada uno, pues vasta ver las fotografías publicadas en las redes sociales y asusta la cantidad de personas reunidas para celebrar un cumpleaños o para cualquier ocasión. Y uno se pregunta: ¿están todos vacunados? Porque últimamente ha habido un resurgir de personas que rechazan la ciencia y las vacunas dentro de la comunidad latinoamericana. Sus posts abundan también en las redes sociales, así como sus confrontaciones con quienes si creen en la ciencia y en la inmunización.

A la fecha, Canadá ha tenido un total de 1,812,244 casos, de los cuales se han recuperado 1,753,116 pacientes y 29,328 casos aún están activos. Lamentablemente han muerto 29,800 personas debido a la enfermedad, entre ellos familiares, amigos o conocidos nuestros.

Hasta finales del mes pasado el 75.86% de la población estaba totalmente vacunada y el 79.02% había recibido por lo menos una dosis, pero los datos varían de provincia en provincia dado que básicamente, dependiendo de la ideología de cada gobierno, así ha sido el abordaje a la pandemia.

Por ejemplo, la provincia de Alberta con el gobierno del Premier Jason Kenny, del Partido Conservador, tiene un índice de infecciones de 7,589 por cada 100,000 habitantes en comparación con el índice de 4,211 por cada cien mil habitantes que tiene Ontario, una provincia muchísimo mas poblada que Alberta. La diferencia la marca el abordaje de la pandemia realizado por el Premier Doug Ford, quien a pesar de ser también del Partido Conservador y de haber mostrado cierta reticencia a la ciencia al inicio de la pandemia, luego ha basado sus decisiones mayormente en lo que los científicos han planteado que es lo mejor para la población.

Las disparidades en los índices de casos son también graves con la provincia de Saskatchewan, gobernada por el Premier Scott Moe del Saskatchewan Party, de derecha, que tiene un índice de contagio de 6,900 por cada cien mil habitantes.

Números preocupantes, sobre todo si se observan sus niveles de vacunación (75% en Alberta y 77% en Saskatchewan, con una dosis) y sobre todo sus declaraciones iniciales en relación con la obligatoriedad de las vacunas. Pero las realidades cambian y los impactos económicos mueven montañas, tanto como para escuchar declaraciones en boca del Premier Jason Kenny que llenan un poco de esperanza, como cuando dijo que “la conclusión es que cuatro de cada cinco adultos de Alberta se han protegido y han ayudado a reducir la transmisión al vacunarse. Pero uno de cada cinco adultos de Alberta no lo ha hecho y sus decisiones ahora están poniendo en peligro nuestro sistema de atención médica”.

O las declaraciones en Ontario por parte de la ministra de Salud, Christine Elliott, quien dijo esta semana, en relación con la nueva variante Ómicron: “Estamos esperando saber cuáles son los datos, qué es lo que estamos tratando con esta variante, pero seguimos pidiendo a las personas que sigan cumpliendo las medidas de salud pública, que sigan vacunándose, que sigan obteniendo el certificado de vacunación”.