Las nuevas regulaciones migratorias podrían discriminar a trabajadores provenientes de América Latina

Por Vilma Filici
vilma@filici.com

Toronto. Una de las últimas noticias que hemos observado en los medios de comunicación sobre el tema de la inmigración a Canadá, ha sido la visita que hizo recientemente a Irlanda nuestro Ministro de Inmigración, Jason Kenney, para buscar de qué manera puede atraer hacia Canadá a mas trabajadores de dicho país.

De hecho, durante su visita incrementó el número de jóvenes irlandeses que pueden venir a trabajar a Canadá bajo el programa de intercambio internacional para jóvenes, el cual puede ser realizado bajo diversos programas tales como: Working Holidays, Student Work Abroad Program, y otros. Irlanda tenía una cuota de mil jóvenes para poder venir a Canadá, y en su viaje el Ministro Kenney lo aumentó a 6,500.

Este proceder del Ministro de Inmigración, en combinación con los anuncios que ha dado en los últimos meses respecto a la necesidad de que los profesionales y la mano de obra especializada deben tener un mínimo de idioma para poder ingresar a Canadá, ha dado la pauta para que muchas personas, entre ellos diversos especialistas en la materia, planteen sus dudas en relación a los objetivos que el presente gobierno está persiguiendo en el ámbito migratorio.

Para ello toman en cuenta que Estadísticas Canadá ha planteado que para el año 2031 por lo menos un tercio de la población canadiense será parte de las minorías, visibles, es decir, que en todo el territorio del país habrá alrededor de 15 millones de habitantes pertenecientes a los diversos grupos étnicos.

En este sentido, lo que algunos especialistas se están preguntando es si las actuales medidas del gobierno conservador no constituyen un intento por tratar de revertir esa tendencia de que haya un crecimiento aun más grande las minorías visibles en el país.

Lo que algunos especialistas plantean es que estos cambios en inmigración, como por ejemplo la imposición de un requisito mínimo de idioma para que las personas puedan calificar aun en ocupaciones donde el inglés o el francés no son esenciales para poder desarrollar la ocupación, y el haber cambiado también la ley de ciudadanía para que ahora las personas deban tener un requisito mínimo de inglés o de francés para poder obtenerla, parecería que busca cerrarle las puerta a las personas que vengan de países que no son de habla inglesa o francesa.

El problema es que ésta no es una situación nueva, pues ya ha sucedido en el pasado. Hubo un periodo dentro del sistema canadiense donde había preferencia por personas que vinieran de países como Escocia, Inglaterra, Irlanda y Estados Unidos.

Hasta 1976 eso era lo que sucedía en Canadá, porque la ley de Inmigración decía claramente que los países preferidos para la Inmigración eran aquellos países donde las personas tenían el idioma inglés como primer idioma. Y si bien la ley no decía que no se quería que llegaran italianos, portugueses o latinoamericanos, sí planteaba que los preferidos eran los ciudadanos provenientes de los países de Europa del Norte y de los de Estados Unidos.

Esto obviamente implicaba que las personas que “no eran preferidas” para que obtuvieran la residencia permanente en Canadá eran los ciudadanos del resto de países, lo cual eliminaba la mayor  parte del mundo.

En ese momento de hecho hubo mucha discriminación y muchas maneras de frenar a las personas que provenían de países que no eran de los preferidos, para que no pudieran llegar a Canadá. Por ejemplo, a la comunidad asiática se le impuso un impuesto que era casi un año de salario para cualquier persona, y esto automáticamente frenaba la llegada de personas de esos países.

También, a otros grupos se les impuso la normativa de que para poder inmigrar a Canadá debían llegar directamente al país  en un navío que no hiciera escalas en ningún otro país, y el problema aquí era, por ejemplo, que muchos de los inmigrantes de Asia solamente podían llegar a Canadá en navíos que hacían escala en Hawái, por lo que automáticamente quedaban descalificados.

En el pasado se hacia de esa manera, y hay muchas personas que piensa que ahora la discriminación contra ciertos países se está implementando nuevamente. Pero que se está haciendo de manera encubierta, poniendo el idioma como un freno para que las personas “no preferidas” no puedan llegar al país.

Una de las razones que siempre se invoca para implementar el freno del idioma es que las personas que tienen mejor dominio de éste cuentan con mas facilidad para poderse integrar en el país. Pero si observamos objetivamente lo que ha estado sucediendo en Canadá, lo que vemos es que las personas que llegaron sin ningún dominio del idioma inglés o francés son hoy en día los dueños de muchas compañías, como por ejemplo compañías constructoras, fabricas, almacenes, diferentes tipos de negocios, y son quienes están dando trabajo a los residentes y ciudadanos canadienses así como también a las nuevas olas de inmigrantes.

De hecho hay muchísimas personas que tienen enormes compañías y quienes todavía, después de muchos años de haber llegado a Canadá, hablan un inglés muy básico. Estas personas, si hubieran llegado en estos días y tuvieran que hacer el examen que se les obliga hacer ahora a los trabajadores calificados, con toda seguridad no lo pasarían y por tanto no podrían obtener su residencia en el país.

Yo no conozco los estudios en los que se ha basado el gobierno para tomar estas decisiones, pero haciendo un estudio de los distintos grupos étnicos, y tomando en cuenta mi experiencia de mas de treinta años en el área migratoria, lo que puedo decir es que en general los trabajadores que han llegado, aunque lo hayan hecho con escaso manejo del idioma, han logrado conseguir buenos trabajos, han logrado mantener esos trabajos, y han logrado muchos éxitos dentro de Canadá.

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