PURO TEJADA / TORONTO /
Un día se cansó de llamarse sólo Ramón Portillo, de ver las injusticias sucederse una tras otra en su amada tierra de El Salvador, y eligió un nuevo nombre que resumiera la búsqueda de sus esencias (a quien admira, a su pueblo natal, y la verde gramínea que inundó sus ojos): Ernesto Jobal Arrozales.
Espíritu forjado al calor de la guerra y la vivencia cotidiana, Jobal Arrozales escoge el terreno ínter género para plasmar sus pulsiones más profundas. Así vemos como pasa en sus libros de la prosa más explícita sobre temas de la moral revolucionaria a intensos arrebatos líricos, sin que el lector se sienta perdido o engañado. Son particularmente destacables algunos de los perfiles de sus compañeros y compañeras de lucha caídos, como el caso de Celia:
“Pero ahora
los montes hablan de tu rostro
y sus dientes
masticaron raíces extrañas
y su fe se elevó
hasta alcanzar los azules astros
en las noches,
que se sacudían como bestias
al vaivén de los mares
de mariposas finas y emancipadas”
(Treinta años más y soy poeta, p. 59).
Todo no es, por supuesto, ortodoxia: los ojos y las palabras del poeta, desnudas de artificios y anquilosamientos, con los giros de su tierra, se vierten sobre la cosas, incluso sobre los objetos cotidianos, con una nueva luz:
“Mi fusil es muy delicado
no le gusta que lo golpee
ni que lo deje solo
se me pega a mi
como si fuera una niña con frío”
(Crónica de un sueño erótico, p.82)
Sin embargo, se impone el amor a su mujer y a su familia sobre los atronadores tambores de la guerra, se impone la apuesta al futuro en una tierra a la que llegó en 1980 y desde la cual ha desarrollado su labor como escritor, editor y activista socio cultural. Se impone la vida con sus incontables ases bajo la manga, Se impone la patria, brillante como una llama votiva en el sueño de los que, como Ernesto, exclaman:
“¿Cuándo escribiré un poema
sobre las calles curtidas de San Salvador?”.
*Puro Tejada es un escritor dominicano residente en Toronto. Puede ser contactado en escribazul@gmail.com