Denuncian que la Policía no respeta la política de Santuario de la ciudad de Toronto

NOIISantuarioREDACCION / TORONTO /
Datos del gobierno revelados en el informe “Preguntando con frecuencia, respondiendo siempre: El Servicio de Policía de Toronto y la Política Santuario de la Ciudad” muestran que el Servicio de Policía de Toronto (TPS) ha estado reportando a más de 100 residentes de Toronto ante las autoridades federales de inmigración cada semana, contrario a su mandato, y en violación de la política de Santuario de la ciudad de Toronto.

Organizaciones comunitarias responsables del informe indicaron que como resultado, la policía participa activamente en detenciones indefinidas y en deportaciones, poniendo a muchos de los 200,000 residentes indocumentados de Toronto en grave riesgo.

Ante esta situación, los defensores de los indocumentados están pidiendo que el Ayuntamiento ponga fin a esta práctica y detenga el aparente mal uso de los recursos de la policía de la ciudad.

“Tenemos evidencia innegable de que la policía de Toronto etiqueta racialmente a los inmigrantes en la ciudad en función de su acento y color de la piel para saber si tienen estatus migratorio, y si no lo tienen, los detienen y los entregan a las autoridades de inmigración”, explicó Karl Gardner, miembro de la organización Nadie es Ilegal-Toronto (No One Is Illegal-Toronto).

“La Policía de Toronto está haciendo el trabajo sucio en la aplicación de la ley federal de inmigración, usando el dinero de la ciudad para hacer algo que no está en su mandato. Esto viola la política de Santuario Ciudad de Toronto, y el Ayuntamiento debe actuar rápidamente para sacar a la policía de esto”, agregó.

Según el informe, la policía de Toronto reportó a 3,278 personas ante la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) entre noviembre de 2014 y junio 2015, es decir aproximadamente 100 personas por día. Entre noviembre del 2014 y 2015, menos del 7.1% de los reportados tenía órdenes de captura de inmigración pendientes. 83% de todas las llamadas fueron para realizar una “verificación de estatus”, lo cual sugiere que los oficiales de la policía etiquetaron racialmente a estas personas y optaron por ponerse en contacto con la CBSA sin ninguna causa, explicaron.

Una de las personas citadas en el informe es Jared, un residente de Toronto de poco más de 20 años, quien llamó a la Policía al ser testigo de un tiroteo en su barrio. Los oficiales de policía contactaron a inmigración, se enteraron de que Jared era indocumentado y lo arrestaron.

“Cuando me senté, me dijeron que habían revisado mi nombre y que descubrieron que había una orden de inmigración contra mí. Inmediatamente rompí a llorar. Pasé dos meses y medio en el Centro de Detención de Inmigración de Toronto. Estaba a punto de ser deportado. Para decirte la verdad, si pudiera hacerlo todo de nuevo, lo haría de una manera diferente […] yo nunca, nunca, nunca voy a llamar a la policía de nuevo, incluso para las cosas más pequeñas”, dijo Jared.

Por su parte, Macdonald Scott, un consultor de inmigración que trabaja para la firma Carranza LLP dice que ha encontrado muchos casos similares y que el Servicio de Policía de Toronto pareciera que sale a la calle a hacer trabajo de control de inmigración.

“El Servicio de Policía de Toronto sostiene constantemente que las leyes de Ontario le obligan a hacer cumplir la ley de inmigración, de modo que no tienen más opción que romper la política de Santuario de la Ciudad de Toronto, pero una lectura rápida de la Ley de Policía de Ontario demuestra que esto es mentira. La Policía de Toronto no está bajo ninguna obligación, y por lo tanto no debería estar haciendo el trabajo sucio de la aplicación de la ley federal de inmigración. Ellos (la policía) son una agencia municipal la cual no tiene ninguna obligación de aplicar la legislación administrativo federal”, apuntó Scott.