Septiembre es el nuevo enero, tracémonos nuevas metas

POR GABRIELA GONZÁLEZ* / TORONTO.
¿Disfrutó del último fin de semana largo de este verano? Espero que sí y que haya recargado las baterías para comenzar el mes de septiembre. Este no es cualquier mes, es un mes de transición para los jóvenes estudiantes que regresan o comienzan la escuela y para sus padres que tienen que ajustarse al nuevo horario y desarrollar una nueva rutina.

Quizás usted ha decido regresar a la escuela para mejorar su inglés u obtener una nueva certificación. También es un mes importante si su día a día no está influenciado o depende del curso escolar. El mes de septiembre simboliza un nuevo comienzo y una estupenda oportunidad para trazarnos metas a cumplir.

Es fácil esperar a diciembre para pensar en nuevas metas y luego ver como muchas de ellas no las cumplimos cuando comienza el nuevo año. Quiero invitarlos a cambiar este enfoque: después de una temporada de verano donde todos nos relajamos un poco, ¿por qué no se traza metas para el mes de septiembre y el resto de año?, así cuando el 2015 comience, ya tendrá buenos hábitos desarrollados y metas cumplidas.

¿Qué tipo de metas trazarnos? Las que usted quiera, pero si busca sugerencias, pues yo tengo algunas: vivir una vida más saludable. Es cierto que estamos viviendo más años, pero la calidad de vida es importante. El ejercicio y una dieta saludable es necesario si queremos tener una mejor calidad de vida. Recientemente comencé a correr y descubrí un grupo de corredores cerca de mi casa, ahora corro varias veces por semana con ellos y no solo ha incrementado mi actividad física, pero también he hecho amistades muy valiosas.

El tiempo pasa muy rápido, así que mi segunda sugerencia es que aprendamos a disfrutar los pequeños placeres de la vida, como la sonrisa de un niño, el abrazo de un abuelo, un acto de amabilidad hacia un desconocido, una llamada telefónica a un ser querido. Todas estas cosas pueden no parecerle importantes, pero solo cuando estemos en paz con nosotros mismos, podremos brindarle paz a las personas que nos rodean y la sociedad donde vivimos.

La tercera meta es que seamos mejores ciudadanos, esto puede tomar cualquier forma, pero en honor al curso escolar que comienza, le invito a que tome un mayor papel en la educación de sus hijos y la escuela.

¿Sabía usted que en las escuelas hay un consejo de padres que colaboran con el Director y maestros para que la educación y experiencia de los estudiantes sea mejor? Cualquier padre o madre puede ser parte de este Consejo.

Yo sé que los padres tienen las mejores intenciones, pero al final del día laboral están exhaustos y aún tienen que cocinar y atender a la familia. Sin embargo, la satisfacción personal y la contribución que harán a la escuela y la educación de sus hijos será una experiencia inolvidable. Además de ayudar a tomar decisiones sobre las actividades que hacen los estudiantes, ayudará a distribuir el presupuesto de la escuela y brindará el valioso punto de vista de una persona que ha inmigrado a Canadá.

Sin ninguna de estas razones le convence, tómelo como una oportunidad para practicar y mejorar su inglés.

Una cuarta meta y una manera muy importante de contribuir al desarrollo de nuestros hijos y ayudarlos a ser mejores ciudadanos es alentarlos a que participen más activamente en la escuela. Claro que los resultados académicos son importantes, pero por experiencia propia, los estudiantes se benefician enormemente al estar activos durante el día y formar parte de iniciativas donde desarrollan su creatividad y otros talentos.

En las escuelas públicas y católicas hay decenas de actividades extracurriculares donde los estudiantes pueden participar gratuitamente. Desde equipos de deportes como futbol, voleibol y basquetbol, a grupos de arte, actuación, fotografía, lectura y hasta el consejo de estudiantes.

Durante todos mis años de estudiante, desde la escuela primaria en Cuba, mis estudios de escuela secundaria y universidad en Toronto, fui parte de equipos de deporte, del grupo encargado del libro escolar anuario, obras de teatro, actividades sociales, iniciativas para recaudar fondos y programas para desarrollar habilidades de liderazgo. Como joven inmigrante, mi participación activa en estas actividades fue instrumental para poder aprender inglés e integrarme a la sociedad canadiense. También hice amistades de por vida, desarrollé nuevas habilidades y salí de mi zona de confort y aunque nunca fui una estrella de softbol, al menos tengo recuerdos muy gratos y se cómo tirar y coger una pelota.

Así que ya sabe, trácese metas significativas este mes, su futuros y sociedad se lo agradecerán. Conecte conmigo a través de Twitter (@GabrielaGS_) y dígame como van sus metas.

*Gabriela González completó recientemente su maestría en Políticas Públicas en York University, está involucrada en varias organizaciones sin fines de lucro y es asesora de la Primera Ministra de la Provincia de Ontario.