La huelga de los trabajadores ha cerrado las 670 tiendas de la provincia, pero existen alrededor de dos mil opciones más donde comprar
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Si la huelga de empleados de la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Ontario (Liquor Control Board of Ontario, LCBO) hubiera sucedido hace unos diez años, la población estaría “seca” en este verano, dado que la venta de bebidas alcohólicas estaba prácticamente restringida a sus tiendas. Sin embargo, el efecto este año no es tan grande debido a la proliferación de puntos de venta.
O mejor dicho, debido a la privatización de las operaciones de la entidad, según dicen los miembros del Sindicato de Empleados del Servicio Público de Ontario (Ontario Public Service Employees Union, OPSEU), que está instando al gobierno provincial a abandonar su plan de expandir la venta de bebidas alcohólicas preparadas al mercado privado. Los sindicalistas dicen que la creciente popularidad de dichas bebidas amenaza su sustento como operación minorista y pone en riesgo más de 2,500 millones de dólares en ingresos.
La decisión del gobierno provincial de Doug Ford de ampliar los puntos de venta de alcohol (en particular de las bebidas alcohólicas preparadas, listas para beber, como los cocteles) está en el centro de la disputa entre el gobierno y el sindicato que representa a 9,000 trabajadores.
Colleen MacLeod, presidenta de la División de Empleados de la Junta de Bebidas Alcohólicas de OPSEU, dijo que su sindicato cree que el gobierno planea convertir a la LCBO en un mayorista, explicando que el modelo del gobierno no es beneficiar a las pequeñas tiendas ni a las cervecerías y destilerías, sino que entregará el mercado a las grandes tiendas de comestibles y a los directores ejecutivos.
“La intención aquí es reducir la huella del aspecto minorista de la LCBO… Se trata de transferir los ingresos públicos a los directores ejecutivos privados, a las grandes corporaciones, y hacer que ellos hagan este trabajo, donde retienen las ganancias”, explicó.
MacLeod dijo que la cuestión no se trata sólo de los empleos en la LCBO, sino: “¿Qué tipo de Ontario desea en el futuro?”. Agregó que el gobierno hizo campaña sobre la cerveza, el vino y la sidra en las tiendas de las esquinas, pero no sobre las bebidas preparadas listas para beber, que, según ella, estarán más disponibles para los más jóvenes.
“No creo que Ontario quiera esto a cualquier precio, y el costo es devaluar el activo que todos poseemos”, apuntó.
Las bebidas preparadas listas para beber representan alrededor del 9 por ciento de las ventas de LCBO, pero es uno de los mercados de mayor crecimiento, dijo MacLeod, y el sindicato teme que perder esas ventas conduzca a la pérdida de empleos temporales. El sindicato dice que los puestos eventuales representan alrededor del 70 por ciento de la fuerza laboral.
Y sus planteamientos parecieran estar respaldados por datos. Mientras la huelga ha obligado a cerrar las 670 tiendas de la LCBO en toda la provincia, todavía quedan abiertas 628 bodegas que venden vino, 82 destilerías que venden licores, 373 cervecerías que venden cerveza, 448 tiendas de comestibles o supermercados que venden cerveza y vino, y 389 “puntos de venta de conveniencia” LCBO dentro de pequeñas tiendas en áreas rurales que venden vino, licores y cerveza. También hay 437 locales abiertos de Beer Store, que son propiedad de un grupo de cervecerías privadas internacionales. Y los clientes aún pueden realizar pedidos en línea desde la página web de la LCBO.
Y se espera que el plan del gobierno, anunciado en mayo, para acelerar la venta de cerveza en las tiendas de las esquinas, este funcionando en 16 meses.
Pero el plan del gobierno conservador de Ontario para ampliar los puntos de ventas de alcohol es irreversible, dice el Ministro de Finanzas Peter Bethlenfalvy, quien explicó que su gobierno no dará marcha atrás pese a la huelga.
En una entrevista con el periódico The Globe and Mail, Bethlenfalvy calificó la decisión de ampliar la venta de alcohol en la provincia como “irreversible”. “Eso es lo que hicimos”, dijo. “Vamos a lograrlo y ejecutarlo”.
El Ministro de Finanzas dijo que la LCBO necesita modernizarse e instó a los miembros del sindicato a volver a la mesa para discutir temas como la seguridad laboral, los salarios y las indemnizaciones. Dijo que ninguna de las partes ha hablado desde que las conversaciones fracasaron la semana pasada.
Bethlenfalvy dijo que el plan de expansión de os puntos de venta a tiendas de conveniencia beneficiará a las pequeñas empresas, ya que alrededor de 3,000 tiendas de conveniencia tendrán licencia para vender alcohol este otoño. Añadió que la LCBO, como operación minorista, está en “muy buena posición para competir”.
“Tienen la carta de productos más amplia”, dijo. “La LCBO estará muy bien posicionada para ofrecer más opciones y conveniencia a las personas que quieran comprar productos fabricados en Ontario”.
Descartó las preocupaciones del sindicato de que el gobierno esté avanzando lentamente hacia la privatización total como “una tontería” y dijo que hay un lugar en el mercado para la LCBO como minorista de propiedad pública.
Añadió que el gobierno de Ontario no obligará a los empleados a volver a trabajar.
El Premier Doug Ford publicó un vídeo esta semana promocionando una nueva herramienta en línea que permite a los usuarios encontrar puntos de venta que venden cerveza, vino y sidra, mientras las tiendas LCBO están cerradas, lo que provocó críticas del sindicato y de políticos de la oposición que dijeron que el gobierno debería centrarse en las prioridades como la atención sanitaria, no el alcohol. El gobierno dice que es parte de su compromiso de larga data de liberalizar las ventas de alcohol en la provincia y brindar a los consumidores más opciones.