Si un asesor de inmigración no está en la lista del CICC, no lo contrate

Por Vilma Filici
filici@filici.com

TORONTO. En la columna de la semana pasada hablamos sobre los anuncios fraudulentos que se publican en las diversas redes sociales con el objetivo claro de estafar a los inmigrantes ingenuos, y explicábamos las medidas que se deben tomar para no ser presa de ellos, especialmente cuando se busca desesperadamente una visa para venir a Canadá.
Tal y como lo prometí, en esta columna vamos a hablar acerca de que también hay muchísimas personas que están dando información sobre inmigración y cobrando por ello, y que no tienen licencia para practicar leyes de inmigración, no tienen los conocimientos necesarios, y que, de hecho, están cometiendo fraude.
Un cliente que llegó recientemente a mi oficina me contó que una de estas personas ha llegado incluso al colmo de usar prácticamente la misma historia de refugio para diversos clientes, haciéndole únicamente cambios leves, y con ello poniendo en riesgo a todas las personas a las que ha estado atendiendo de forma no autorizada e ilegal.
Esto es particularmente grave porque, tal y como decíamos en la columna de la semana pasada, en diversos países latinoamericanos se ha corrido el rumor de que Canadá ha abierto las puertas a ciudadanos de diversos países eliminando el requerimiento de visa para entrar a nuestro país.
Esa publicidad es fraudulenta, porque los procesos son estrictos y existe una serie de requisitos que los interesados deben cumplir para poder obtener una visa, un permiso de trabajo y/o la residencia en Canadá.
Hace varios años, el entonces Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá explicaba que Canadá sigue siendo uno de los destinos más populares para los inmigrantes que buscan un nuevo comienzo. “Estas se encuentran entre las decisiones personales más importantes que tomarán las personas, y muchas buscan profesionales para facilitar el proceso. Lamentablemente, el fraude migratorio sigue siendo un delito común y grave en Canadá”.
Y así es. Para muchos potenciales inmigrantes, obtener la ayuda de un consultor profesional o un abogado es una decisión importante, destinada a ofrecer apoyo durante todo el proceso, dado que el sistema de inmigración de Canadá puede ser complejo, y manejarlo solo puede ser desalentador. Pero, desafortunadamente, muchos consultores sin licencia están ansiosos por explotar la inexperiencia y la ansiedad de las personas para su propio beneficio.
Es por eso que el Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (College of Immigration and Citizenship Consultants, CICC) tiene una campaña permanente de prevención contra el fraude migratorio, la cual proporciona información importante para quienes están interesados en inmigrar a Canadá. Esta información puede consultarse en: https://college-ic.ca/protecting-the-public/fraud-prevention
Las leyes de inmigración y ciudadanía estipulan que solo los abogados miembros del colegio de abogados de la provincia donde practican, paralegales regulados por la asociación de abogados (estos solo pueden trabajar con tribunales de inmigración, no con casos de inmigración), los notarios de Quebec y los miembros del Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (CICC) pueden representar a un cliente cuando este paga por sus servicios. Otras personas que también pueden representar a alguien ante Inmigración y Ciudadanía son aquellas que no reciben dinero para hacerlo.
Pero en muchos casos los clientes, aun sabiendo que la persona no está autorizada para ejercer la profesión, de todas formas toman sus servicios, y cuando llenan los formularios de representación que van con cada solicitud, escriben que están haciendo los casos ellos mismos. Esta declaración, aunque parezca inofensiva, es en realidad una ofensa por presentar declaraciones fraudulentas, y el cliente también puede recibir cargos de Inmigración, cuyo resultado es una negación del trámite presentado y una acusación de haber hecho declaraciones falsas, por lo cual será penalizado y no podrá hacer ningún tipo de trámite durante cinco años.
Los Consultores de Inmigración autorizados en Canadá están regulados por el Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (CICC), que tiene el mandato de proteger al cliente, y es por eso que es esencial que las personas contraten solo a consultores regulados por el CICC. Y es exactamente la misma situación con los abogados, los paralegales y los notarios de Quebec.
Los consultores miembros del colegio deben pasar por un programa de estudios de leyes de inmigración, refugio y ciudadanía. Deben aprobar exámenes rigurosos de admisión a la profesión, verificaciones de antecedentes policiales y pruebas de inglés y/o francés.
Las leyes de inmigración cambian frecuentemente, por lo tanto, los consultores deben mantener sus conocimientos actualizados, y para esto deben tomar cursos de capacitación cada año para poder conservar sus licencias. También deben contratar un seguro que cubra errores y/u omisiones que pudieran perjudicar a un cliente. Este seguro puede cubrir situaciones en las que hubo negligencia por parte del consultor. Así, en algunos casos, el cliente podrá recuperar el dinero pagado y el dinero perdido a causa del trámite mal presentado.
Si hubo problemas serios de fraude o negligencia grave, el consultor puede ser disciplinado, suspendido, e incluso, en algunos casos, puede perder su licencia.
Como parte de los requisitos para obtener la licencia para practicar leyes de inmigración, los consultores regulados deben tomar una serie de cursos ofrecidos por el CICC, en los cuales aprenden sobre prácticas de oficina, incluyendo la preparación de un contrato con el cliente en el cual se especifica el trabajo que se va a realizar, las responsabilidades del cliente y del consultor, y los datos del ente regulador en caso de que sea necesario contactarlo.
Al tener un contrato con un consultor regulado, el cliente tiene la seguridad de que está tratando con un profesional y que, en caso de que haya algún problema, puede dirigirse al departamento de quejas y disciplina del ente regulador, el cual estudiará el problema y emitirá un fallo pertinente.
Cuando digo “estudiar el problema”, debo clarificar que el cliente presenta la queja y envía todas las pruebas que tenga a su alcance. El ente regulador solicitará una respuesta y explicación al consultor, a quien también se le dará la oportunidad de enviar sus argumentos y pruebas. Luego se realizará una investigación, tras la cual se emitirá un fallo sobre la situación presentada.
La posibilidad de que se presente una queja al ente regulador de los consultores no termina con el cliente, ya que la ley permite a los oficiales de Inmigración y a los tribunales de Inmigración reportar a un consultor si los funcionarios o miembros del Consejo de Inmigración y Refugio consideran que la persona no está actuando de manera correcta, es incompetente o negligente.
Los consultores de inmigración también deben operar bajo un código de ética profesional y reglamentos estrictos. Romper cualquiera de las reglas o ser encontrado negligente en un caso podría resultar en una suspensión o en la revocación de la licencia para ejercer.
El gobierno ha creado mecanismos de protección al público, pero estos no sirven de nada cuando los clientes contratan a personas no autorizadas. En este sentido, mi consejo de esta semana es que se debe tener mucho cuidado. Antes de contratar los servicios migratorios de una persona, se debe verificar si efectivamente es abogado licenciado por una asociación de abogados de Canadá, abogado licenciado en la provincia de Quebec, o consultor licenciado por el Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía.
Si la persona no pertenece a ninguna de estas tres organizaciones, si su nombre no aparece en las páginas web de dichas entidades —particularmente en la del Colegio de Consultores de Inmigración y Ciudadanía—, si el nombre de la persona no está en el sitio donde aparecen todos los miembros, eso quiere decir que no está autorizada para practicar leyes de inmigración. Por lo tanto, usted podría tener problemas si contrata a esa persona y le paga dinero, especialmente si además finge que está haciendo su trámite migratorio por sí mismo.
Para asegurarse de que un consultor está trabajando legalmente, entre a la página web del CICC: www.college-ic.ca, busque en la lista de consultores autorizados y asegúrese de que la persona con quien desea trabajar sea un consultor regulado.