El plan ya está siendo discutido por el Gabinete y permitirá que los indocumentados, incluidos los solicitantes de asilo fallidos, permanezcan en Canadá
POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Los detalles aún no se conocen, pero fuentes bien informadas dicen que el gabinete del gobierno federal ya está analizando la propuesta de regularización para las personas que viven sin estatus en Canadá, y que la misma seria presentada ante el Parlamento Federal antes del 21 de junio próximo.
La información, que fue recopilada por el periódico The Globe and Mail, dice que el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marc Miller, está presentando la propuesta en el gabinete de gobierno antes de que el Parlamento inicie su receso de verano dentro de unas semanas.
El contenido de la propuesta, según las fuentes, establece que las personas que viven en Canadá sin estatus legal, incluidos los ex-estudiantes internacionales cuyos permisos de estudio han expirado, así como también los solicitantes de refugio rechazados, tengan la oportunidad de solicitar la regularización de su posición y obtener la residencia permanente.
Dependiendo del número de solicitantes, el gobierno podría considerar escalonar la concesión de residencia permanente a inmigrantes indocumentados durante varios años para evitar un aumento repentino, otorgándoles permisos de trabajo primero.
Hay que recordar que el año pasado el gobierno federal congeló en 500,000 el número de residentes permanentes que pretende recibir en Canadá para el 2026, ante la disminución del apoyo público a la inmigración.
El gobierno federal también se ha mantenido en sus objetivos de 485,000 residentes permanentes para el 2024 y 500,000 para 2025.
Otro fenómeno que se ha observado recientemente es que las encuestas han mostrado una fuerte caída en el apoyo público a la inmigración a medida que los canadienses asocian cada vez más la falta de viviendas asequibles con una afluencia de recién llegados.
Muchos inmigrantes sin documentos válidos han estado trabajando aquí durante décadas y tienen hijos, pero corren el riesgo de ser deportados porque permanecieron más tiempo en Canadá o se les negó el derecho a permanecer.
Las personas que ingresaron al país legalmente, incluso como trabajadores temporales, pero que permanecieron aquí después de que sus visas expiraran, se encuentran entre quienes podrían calificar para quedarse, en lugar de enfrentar la deportación.
En una entrevista el año pasado, el ministro Miller estimó que cientos de miles de personas podrían estar viviendo en el país sin documentos válidos. Dijo que planeaba presentar una propuesta al gabinete en la primavera para permitir que los inmigrantes indocumentados “regularicen su estatus”.
Dos fuentes conocedoras entrevistadas por The Globe and Mail y a quienes no identifica porque no están autorizadas a hablar sobre el tema, dijeron que el gabinete estaba en camino de discutir su propuesta.
El plan cumpliría con la carta de mandato del Primer Ministro Justin Trudeau al exministro de Inmigración Sean Fraser en 2021, en la que le pedía “explorar más a fondo formas de regularizar el estatus de los trabajadores indocumentados que contribuyen a las comunidades canadienses”.
Por su parte, el primer ministro dijo la semana pasada que algunos inmigrantes en Canadá que carecen de estatus oficial necesitan una vía que les ayude a quedarse, mientras que en otros casos el gobierno federal debe acelerar los procedimientos de deportación.
Sus comentarios se produjeron en un momento en que los defensores de las minorías sexuales y de género dicen que la falta de un programa de regularización está dejando a las personas sin estatus oficial en Canadá sujetas a la explotación.
“Las personas que no están aquí de forma regular necesitan apoyo y atención”, dijo Trudeau a los periodistas en Winnipeg. “Tiene que haber un camino hacia la regularización y la ciudadanía, en lo que sé que el ministro (de Inmigración) está trabajando. En algunos casos, necesitamos acelerar los procedimientos de deportación”.
El ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá define a las personas indocumentadas como aquellas que se quedaron más tiempo del permitido por una visa temporal, permanecieron en Canadá luego de una solicitud de asilo rechazada o llegaron a Canadá sin comunicarse con las autoridades.
“Existe un equilibrio para garantizar que se mantenga la integridad de nuestro sistema de inmigración”, dijo Trudeau. Y agregó que “Esa es una de las razones por las que los canadienses, a diferencia de muchos otros países del mundo, siguen siendo positivos hacia la inmigración, porque nuestro sistema de inmigración es riguroso”.
El gobierno dice que no existe un recuento exacto de cuántos inmigrantes indocumentados viven en Canadá, aunque señala que fuentes académicas han estimado que el número asciende a 500,000 o tan solo a 20,000.
“Los inmigrantes indocumentados viven con el miedo de ser detectados y expulsados, y muchos son extremadamente vulnerables debido a su acceso muy limitado a la atención sanitaria y a los servicios sociales”, dice el material informativo que el departamento preparó para su testimonio ante el Parlamento en noviembre de 2022.
El Departamento de Inmigración ya ha llevado a cabo proyectos piloto a corto plazo, como un programa de Ángeles Guardianes durante la pandemia de COVID-19 que permitió que 8,500 solicitantes de asilo pendientes y fallidos que trabajaban en la atención directa de pacientes, o sus familiares, obtuvieran la residencia permanente.
Otro programa para el área metropolitana de Toronto, denominado Política Pública para Trabajadores de la Construcción Sin Estatus, había permitido a 441 trabajadores y 588 dependientes acceder a la residencia permanente.